VOCES DE QUIMERA



27 junio 2010

AMANTE MÍO

Pero ante todo canto un común pensamiento

que nos une en las horas oscuras y doradas.
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.
Es primero el amor, la amistad o la esgrima.
ODA A SALVADOR DALÍ (FEDERICO GARCIA LORCA)





Amor mío,
He muerto en el blanco pabellón del olvido,
Como paciente taciturna y desolada.
Con la mirada fija en tu plena caricia,
Con la soledad precisa para mentirme a mi misma.

Amor mío,
He fallecido en el verde prado de la espera,
Consumiendo lentamente el cuerpo.
Devorada por las llamas de una pasión desenfrenada.
Mientras busco tus labios,
Misterios de una hora prohibida.

Amor mío,
Tantas han sido mis muertes por ti,
Que he regalado con bondad mi plenitud.
Mi femenino andar hacia la gloria,
Y ese cielo cubierto de esperanzas pequeñas,
Con rezagos de alondras.

Amor mío,
He confesado mi pecado,
Al señor del infinito,
Bajo estas pieles marchitas de tanto esperarte,
Anhelando que llegases a la primera hora,
Bajo la sombra del amanecer,
Con tu mirada calida, tras la puerta.

Amor mío,
Desnuda entera estoy,
Buscando el refugio de tus brazos,
Que envuelven con seguridad mi sencilla razón de esperarte.
Y no seguir muriendo tras el tiempo trasmutado,
En los indefensos paisajes del aguardo.

Amor mío,
Y si dicen las voces en susurros,
Que un hombre es quien busca tras la ventana tu presencia,
Omite prejuicio alguno, y palabras de ataque.
Las apariencias no llenan los amores verdaderos,
Ni son ellas quien alimentas los pequeños y grandes sueños.

A DIANA CAROLINA.

01 junio 2010