Cuando hay noches como esta.
Te abrazo,
Me abrazas,
Y no te digo nada,
Tal vez interese un beso,
Subyugado a las disposiciones de tus labios.
Te acorralo el cuerpo
Sobre la ropa,
Mientras tus discursos
Odiando pseudointelectuales,
Alimentan esa mirada insistente.
Corres con el pensamiento,
Y los bolsillos llenos de pequeñas enseñanzas,
Semejanzas,
De esa noche indecisa,
De ese aroma a pueblo,
Desolado, reiterativo
Agónico y extasiado.
Que la aurora,
Que Cortázar,
Que acariciemos Saramago,
Y repensemos a Kundera,
Que bésame de nuevo
Que tengo frio,
Que no crees en nada, ni nadie.
Que deja los sueños a la carrera.
La mañana,
Y desvistes tu euforia,
Mujer de pechos blancos,
Y respiración presurosa,
Mientras acaricias mis ojos,
En un lago imaginario.
La despedida.
La ausencia.
Y esa nota,
Sensata
Para algún mañana.
Te abrazo,
Me abrazas,
Y no te digo nada,
Tal vez interese un beso,
Subyugado a las disposiciones de tus labios.
Te acorralo el cuerpo
Sobre la ropa,
Mientras tus discursos
Odiando pseudointelectuales,
Alimentan esa mirada insistente.
Corres con el pensamiento,
Y los bolsillos llenos de pequeñas enseñanzas,
Semejanzas,
De esa noche indecisa,
De ese aroma a pueblo,
Desolado, reiterativo
Agónico y extasiado.
Que la aurora,
Que Cortázar,
Que acariciemos Saramago,
Y repensemos a Kundera,
Que bésame de nuevo
Que tengo frio,
Que no crees en nada, ni nadie.
Que deja los sueños a la carrera.
La mañana,
Y desvistes tu euforia,
Mujer de pechos blancos,
Y respiración presurosa,
Mientras acaricias mis ojos,
En un lago imaginario.
La despedida.
La ausencia.
Y esa nota,
Sensata
Para algún mañana.
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